Roles literarios de los personajes


Don Quijote de La Mancha, también conocida con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, consta de una variedad de personajes, todos ellos con diferentes roles dentro de la obra, y distintos trasfondos que representan la organización social de la época así como los distintos tipos de comportamientos o acciones entre otras.

Podríamos plantear una división entre los personajes principales y secundarios como se expone a continuación.

Primarios:

Don Quijote de La Mancha:

Infinidad de características a mencionar de este nuestro protagonista que da título a la obra de Cervantes.

De nombre Alonso Quijano, con características principales loco, valiente, honesto e idealista, Don Quijote es el prototipo de personaje que trata de imponer sus ideales frente a los principios sociales, y que antepone y se cree su realidad ante la del resto. Una persona persistente que pese a sus fracasos no se rinde ni se desanima por ello sino todo lo contrario. Ha perdido la cabeza de tanto leer libros de caballerías y comienza a vivir una fantasía. El hidalgo de aspecto pálido, delgado y alto con bello facial y una nariz puntiaguda nos transmite una serie de valores como lo son la honestidad, o la búsqueda de la justicia. En cuanto a su comportamiento, como antes mencionamos, percibimos una discordancia respecto a la concepción de la realidad y de la ficción lo cual produce esta locura como su rasgo más característico, precisamente es por eso por lo que este trazo le permite desenvolver una grandeza idealista. Además, se comporta de manera ignorante y cretina, pero al mismo tiempo sabio e inteligente. Si hablamos de su empleo del lenguaje, va muy de la mano con el que usaban los caballeros andantes con un amplio vocabulario, grandilocuente y culto. Las características lingüísticas más importantes son el uso del diálogo, de la ironía, de los neologismos; mucho uso de recursos literarios: sinonimia, antítesis, numerosos juegos de palabras al igual que comparaciones y metáforas. 


Sancho Panza: 

He aquí nuestro segundo protagonista, que puede muchas veces parecer que queda relegado a un segundo plano o que es eclipsado por don Quijote pero sin embargo, oculta varios secretos y características dignas de analizar. 

El humilde campesino, fiel pero cobarde al contrario de su acompañante, es una clara representación del hombre usual de los siglos XV y XVI. Posee una gran sabiduría hilada a su generoso comportamiento que hacen de Sancho probablemente la visión mas honorable de la obra. Físicamente se le define como un poco gordo y de baja estatura, psicológicamente podríamos estar hablando de una cierta pasividad en sus actuaciones y comportamientos. Él es quien, bajo la promesa de gobernar una ínsula, acompaña a don Quijote montado en su burro a lo largo de sus viajes, lo cual no quita el amor que le tiene personalmente. 

Sancho no sabe ni leer ni escribir por lo cual usa un lenguaje más rudimentario y rústico, el lenguaje del pueblo repleto de refranes, proverbios y repetidas incoherencias e incorrecciones complementado con un comportamiento tranquilo, sosegado. En varias ocasiones se ha interpretado a Sancho como una aplicación de don Quijote a un tono distinto ya que ambos pierden el equilibrio de su vivir.

Hay una frecuente y curiosa contraposición en todos los aspectos, se enfrentan el materialismo de Sancho Panza con el idealismo de don Quijote y uno de los tópicos más comunes en este tipo de novelas es concebir al escudero como un cobarde y son muchas las ocasiones que se le atribuye la cobardía, pero por otra parte nos demuestra que no es precisamente como a continuación demostraré. Por otra parte, físicamente son muy distintos, también hay una clara desigualdad en los valores de cada uno, mientras que en Don Quijote observamos los valores propios de un caballero, en Sancho Panza vemos unos valores más humildes, pobres y rurales. Esta diferencia de valores se transfiere también al lenguaje, totalmente distinto entre uno y otro. La percepción de la realidad es otro claro punto donde ambos personajes difieren, en la mente y el pensamiento de don Quijote solo hay lugar para su propia realidad, toda ella fantástica y Sancho Panza es mucho más realista, ya que la concibe como es, desde un punto de vista más realista. Don Quijote y Sancho fue una pareja que representó la cara y la cruz de la vida; antinomia entre lo ideal y lo real. Por esto es por lo que llegamos a la conclusión de que no necesariamente Sancho Panza es una persona cobarde, sino de unos orígenes más llanos y sencillos que pueden inferirse equívocamente como que presente una cobardía. 



Dulcinea del Toboso:

Dulcinea del Toboso, es el nombre literario que Cervantes le atribuye a la amada imaginaria procedente de los pensamientos de don Quijote como buen caballero que es. Sirve como fuente de inspiración para su cabeza y actualmente simboliza la figura de la mujer ideal. Al tratarse de una figura imaginaria debido a la necesidad de tener una amada como los caballeros andantes solían acostumbrar, en ningún momento se le menciona ni se le describe como un personaje físico. Se llamaba Aldonza Lorenzo, nombre que posteriormente se transformará en Dulcinea, de apellido del Toboso, debido al lugar al que pertenece, por un cambio que realiza don Quijote. Pese a no conocerla físicamente, Sancho, quien afirma conocerla, va trazando rasgos de su persona como lo son: recia y de gruesa voz, con la cabeza en su sitio y bien hecha, nada melindrosa y dispuesta a reír de todo y de tomarlo todo a chanza. Dulcinea representa varios de los famosos tópicos literarios referidos a la idealización de la dama como lo pueden ser Donna Angelicata, Religio Amoris concibiendo la dama en varios casos como perfecta, es un cúmulo de virtudes y cumple con todos los requisitos que debía tener una dama, también como un ser superior y todo esto como derivaciones del amor cortés. Otro trazo del amor cortés presente en la novela es el de la Penitencia Amorosa. Don Quijote opta por adentrarse en lo más profundo de Sierra Morena donde se castiga por el olvido de Dulcinea. Al mismo tiempo Sancho, mandado por don Quijote, se dirige a Toboso para entregarle una carta a Dulcinea que explica la penitencia y el sacrificio por el que está pasando.


Secundarios:


Rocinante y Rucio:

Rocinante, el caballo de don Quijote, consta de una complexión flaca, es lento pero fiel a su caballero. Es un tanto jocoso el aspecto que tiene para ser el corcel de un caballero, pero estas paradojas se producen también con don Quijote y a lo largo de la novela. Se asemeja mucho con don Quijote ya que es viejo y está arruinado.

A su lado tenemos a Rucio, el asno de Sancho Panza, muy querido por este y con el que acompañará a don Quijote.





El cura:

Pedro Pérez, es un amigo de don Quijote. Presenta una posición en contra de los libros de ficción justificando que causan un mal en la sociedad, de lo contrario disfruta de los de caballerías y esporádicamente también lo hace de la locura de don Quijote. No obstante, su misión es traer de vuelta de la locura a don Quijote.


El barbero:

El también amigo de don Quijote, Maese Nicolás, trabaja como el barbero del pueblo en el que don Quijote reside. Ayuda al sacerdote a cumplir sus planes y reprocha firmemente la caballería de don Quijote.


Lo que pretenden estos 2 personajes es tratar de curar a Don Quijote y lo que hacen es quemar todos los libros de caballería con la ayuda de su sobrina, Antonia Quijana, que no llegaba a los veinte. A continuación, se procede a tapiar la biblioteca.


El ventero:

Él es Juan Palomeque y es quien recibe a Don Quijote en la venta. Convierte a "Don Quijote " en caballero. De carácter tranquilo


El sabio Frestón:

Fue el que le robó los libros y el aposento a Don Quijote y también quien transformó los gigantes en molinos en el capítulo VIII.



Se trata de una extensa novela, a lo largo de ella se llegan a descubrir hasta 20 personajes, muchos de ellos episódicos o terciarios. Los nombrados anteriormente son los más importantes y representativos de la obra, pero ahora mencionaré algunos más, aportando datos relevantes sobre algunos de ellos.


El ama de llaves.

Dos doncellas, que dicen servirán a don Quijote de por vida.

Un labrador y su respectivo criado.

Unos mercaderes.

Pedro Alonso, labrador vecino que le rescata de su primera aventura.

Juana Panza, mujer de Sancho Panza.

Una señora vizcaína que se dirigía a Sevilla en carruaje acompañada por dos frailes y algún escudero.





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Cuando al comienzo, nuestro profesor de lengua castellana y literatura nos encomendó este trabajo, nos pareció una tarea bastante complicada...